La deuda de España con el Sáhara

Sociedad

El acuerdo de alto al fuego firmado en 1991 entre el Sáhara Occidental y Marruecos fue roto el 13 de noviembre de 2020. El conflicto se desató en la zona del Guerguerat cuando agentes de seguridad marroquíes encubiertos atacaron al grupo de saharauis que bloqueaba el lugar con el objetivo de frenar el tráfico ilegal de mercancías. El Frente Polisario anunciaba así el inicio de una ofensiva militar contra las tropas marroquíes para defender sus derechos.

El pueblo saharaui se ha hartado de esperar pacíficamente treinta años por el referéndum prometido por la ONU. La guerra se ha convertido en la única opción para ellos, Sokaina Ndiaye, presidenta de la Asociación Canaria De Amistad Con El Pueblo Saharaui, afirma que «nos da una esperanza pues, aunque tengamos muchas pérdidas humanas y las consecuencias no sean para nada buenas, es la única vía de la que disponemos para luchar tras haber esperado por muchas promesas que no se han cumplido».

La población saharaui ha tenido que sufrir represiones, hostigamientos y la violación de sus derechos humanos por los errores que cometió España al abandonar el territorio en 1975 sin descolonizarlo. Desde situaciones climatológicas insoportables, como ha sido el reciente caso de la tormenta de arena del pasado junio en los campamentos de refugiados de Argelia, hasta la escasez de necesidades primarias como son los alimentos, la sanidad o la educación.

Sokaina Ndiaye, presidenta de la Asociación Canaria De Amistad Con El Pueblo Saharaui. Foto: PULL

«Aunque tengan muchas carencias, los saharauis viven con respeto y con la misma esperanza que hace 45 años por conseguir su libertad»


Sokaina Ndiaye asegura que los saharauis prefieren vivir en los campamentos de refugiados, pues «aunque tengan muchas carencias los saharauis viven con respeto y con la misma esperanza que hace 45 años por conseguir su libertad». Mientras, en los territorios ocupados se viven fuertes represiones por parte del monarca alauí hacia cualquier saharaui que intente expresar su voluntad por su país.  Un claro ejemplo es el caso de las activistas, Mina Bouali, Oumosaad o Sultana Khaya y su familia, que se encuentran asediadas en sus domicilios, donde reciben diariamente desde agresiones y violaciones con tubos, hasta allanamientos, amenazas e intimidaciones por parte de la policía marroquí.

La situación de activistas y periodistas saharauis se ha visto agravada con la reanudación de la guerra. Marruecos ha querido silenciar todo lo relacionado al retorno de las armas por lo que ha reforzado las contenciones, sobre todo, en El Aaiún. El Frente Polisario ha mantenido a su población informada mediante partes de guerra en los que notificaba, entre otras cosas, que había bombardeado bases militares marroquíes en las regiones de Al Farsiya, Al Bakary, Dirt, Hauza, Azeim Agloud. El gobierno marroquí, por su parte, no ha reconocido ni la actualidad de los hechos ni las bajas en sus filas combatientes.

La Asociación Canaria De Amistad Con El Pueblo Saharaui ha logrado visibilizar más la causa saharaui e integrar a toda la población que llega a Canarias. Centenares de asociaciones y colectivos se unieron en mayo y junio para llevar a cabo una nueva iniciativa que consistió en una marcha desde distintas partes de España con el objetivo de reunirse todos en Madrid. Ndiaye señala que «fue una gran oportunidad para el pueblo saharaui y español, pues reforzará la unión y el apoyo que ha habido desde siempre».

El recorrido en Tenerife se dividió en dos partes, uno en el norte y otro en el sur de la Isla. El proyecto comenzó el día 20 de mayo y finalizó el 19 de junio. El evento contó con la participación de distintos grupos musicales.

Brahim Gali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática. Foto: PULL

Por otra parte, el ingreso hospitalario en Logroño del presidente del Sáhara, Brahim Gali, tras contraer la Covid-19, desencadenó tensiones entre España y Marruecos. Este último, en su día, comparó la situación del Sáhara con el procés de Cataluña, alegando que no optaron por la neutralidad y apoyaron en todo momento la integridad española.

Asimismo, el presidente español, Pedro Sánchez, aprovechó la rueda de prensa de la XIII Cumbre Hispano-Polaca para rechazar totalmente las acciones del País vecino. El jefe de Estado insistió en que no es admisible que haya un gobierno que use a personas y fronteras por diferencias y desacuerdos en política exterior.

Alemania, Finlandia y Países Bajos son algunas de las naciones europeas que han tenido encontronazos con la actitud beligerante que tiene el reino alauí con su diplomacia exterior. Marruecos ha cortado la cooperación policial en materias de seguridad, como la de inteligencia y antiterrorista, con la región germana por su posición a favor de la soberanía del Sáhara Occidental.

La principal causa de esta conducta es el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte del expresidente de Estados Unidos Donald Trump en diciembre de 2020. Uno de los motivos por los que Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí fue para normalizar las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel. El petróleo, fosfato o hidrocarburos que estén o puedan encontrarse en la zona del Sáhara Occidental pasarían a mano marroquí, por lo que serían susceptibles de intercambios con empresas norteamericanas.

Francisco Déniz, profesor de Sociología de la ULL y diputado de Podemos. Foto: M. Abdelhaye

El profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, Francisco Déniz, y diputado de Unidas Podemos en Canarias, explica que «se pueden forzar durante un par de años determinados chantajes por parte de Marruecos, pero no para siempre y menos en esta situación delicada de crisis pandémica mundial».

Además, dice que «está actuando guiado por un envalentonamiento después de la decisión de Trump que no corresponde a ninguna realidad».

«Se pueden forzar durante un par de años determinados chantajes por parte de Marruecos, pero no para siempre»


El Frente Polisario ha asegurado que la hostilidad de Marruecos hacia España no se debe a la acogida de Brahim Ghali, sino que viene del fracaso político al ver que la Unión Europea no ha seguido los pasos de la primera potencia mundial.

La República Árabe Saharaui Democrática destaca el empeño del ejecutivo marroquí por falsear informaciones para manchar la imagen del líder del Frente Polisario. Alude a las denuncias interpuestas por Fadel Breica, que lo acusa de torturas y detención ilegal en los campamentos de Tinduf en 2019,  y otra de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadedh), que lo relaciona con  delitos de genocidio y lesa humanidad contra disidentes saharauis y prisioneros de guerra en las últimas décadas.

Las acusaciones se demostraron falsas en la  comparecencia que tuvo lugar el 5 de junio. El juez Santiago Pedraz, instructor de la Audiencia Nacional, rechazó todas las medidas cautelares solicitadas contra el militar, incluida la entrada en prisión provisional y la retirada del pasaporte.

Manifestantes saharauis. Foto: PULL

Periodismo saharaui en la diáspora


En medio del conflicto existen medios de comunicación independientes creados por activistas en el extranjero con el objetivo de mantener una información verídica y contrastada sobre la actualidad del Sáhara Occidental en general. 13N es uno de los medios de comunicación aficionados que han surgido en los últimos tiempos.

Salamu Brahim Salem, miembro del grupo, comenta que «nuestro objetivo es el informar sobre lo qué está pasando y abarcar la cuestión histórica del conflicto para rellenar ese vacío bibliográfico que existe actualmente».

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