«Hasta no hace mucho la única forma de descubrir si una toxina era perjudicial o no era con el testeo en animales»
Manuel Norte Martín lleva toda la vida junto al mar. Desde pequeño aprendió a observar los fondos marinos de la isla de Fuerteventura, donde descubrió su amor por el océano. Su pasión le ha llevado a recibir en 2019 el premio de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ) a la trayectoria científica en investigación en química de productos naturales y, más recientemente, ha sido nombrado profesor emérito de la ULL.
Se licenció en 1972, se incorporó al grupo de investigación en Productos Naturales Marinos y obtuvo el doctorado en Química Orgánica en 1976 con un estudio sobre algas pardas. Su trayectoria siempre ha estado ligada al Instituto Universitario de Bio-Orgánica Antonio González (IUBO-AG).
Su investigación se centró en el estudio e identificación estructural de los productos naturales producidos por organismos marinos, inicialmente macroorganismos tales como algas rojas y pardas, esponjas y moluscos. Luego se enfocó en las toxinas producidas por los microorganismos responsables de las mareas rojas y su biosíntesis.
«Se usó muy mal el término microalgas porque realmente eran cianobacterias»
Durante los años 2004, 2011 y 2017, en Canarias se produjeron floraciones masivas de microorganismos que la opinión pública adjudicó a los vertidos contaminantes que se expulsaban al mar. Sin embargo, no era así. «No. No fue debido a eso. Este tipo de floraciones son completamente naturales», dice Norte. También afirma que estos fenómenos de crecimiento masivo de células son habituales en el mar si se dan las condiciones adecuadas.
Estos acontecimientos se produjeron porque las columnas de agua donde se encontraban las cianobacterias estaban muy cerca de la superficie y se juntó con la llegada de la calima rica en potasio. Norte menciona que este tipo de crecimiento en forma de blooms se produce periódicamente en las rías gallegas. Este fenómeno, conocido como marea roja, apenas se observa a simple vista y, sin embargo, es altamente tóxico.
«La arena del Sáhara tiene un alto contenido en metales y eso facilitó la reproducción del organismo en la superficie»
Los medios de comunicación comentaron mucho el olor que la mal denominada marea roja desprendía. «Los microbios sufrían un proceso de descomposición metabólica y liberaban gases, entre ellos amoniaco», alega el científico. A pesar de que no está demostrado que el contacto con estas cianobacterias sea nocivo para el ser humano, él piensa que las autoridades costeras hicieron bien en cerrar las playas afectadas.
Por otro lado, Norte menciona que no somos conscientes de lo que afecta cualquier pequeño cambio a la orografía costera. Como ejemplo pone la construcción del muelle deportivo en Güímar: «En esa zona solíamos recoger un alga estacionaria muy interesante. Un tiempo después, se construyó un pequeño muelle y en dos años desapareció todo. Esa zona se copó de arena».
«Cualquier alteración de la orografía costera afecta al medio marino»
Canarias cuenta con una flora y una fauna marina muy valiosa. A pesar de que hace mucho tiempo que no hace inmersiones, Norte afirma que La Graciosa cuenta probablemente con las costas más ricas del Archipiélago. En Tenerife, La Punta del Hidalgo «también había mucha biodiversidad marina».
La protección de determinadas zonas marinas siempre ha estado en el punto de mira de diversas asociaciones canarias e inclusive de los organismos públicos. Norte comenta que en este sentido se ha ido mejorando muchísimo. «Sin embargo, estamos hablando de la costa, y la costa no ha hecho más que crecer», alega el químico. Alude a una parte del litoral, Playa Paraíso, que antes estaba protegida.
Los vertidos ilegales son uno de los mayores problemas medioambientales de las Islas. El científico explica que gracias a que estamos «en medio del mar», los residuos no nos afectan tanto gracias a la increíble capacidad de recuperación del océano. Norte asegura que a lo largo de su vida ha visto como se tiraba al mar de todo: neveras, electrodomésticos, etcétera; y eso sólido, «imagina la cantidad de líquidos de todo tipo».
«He tenido que estudiar e informarme sobre muchos otros campos como, por ejemplo, la biología»
La investigación cada vez es más multidisciplinar, algo en lo que el exdocente está de acuerdo. También cree que una vez se empieza a avanzar en el conocimiento de una ciencia, se hace indispensable estudiar las ciencias vecinas.
España sigue estando por debajo de la media europea de inversión en Ciencia. Cuando se conceden los premios de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ) al joven personal investigador, «están todos fuera, y son los mejores, pero trabajan en Alemania, Estados Unidos, Francia…», razona el catedrático.
«Queda mucho por hacer, sobre todo para que se consoliden grupos de investigación»
Norte argumenta que los medios de comunicación hacen una cada vez mejor labor científica, sobre todo las secciones especializadas. También pone en valor el aumento de la consideración del personal científico por parte de la sociedad española.
Por otro lado, el investigador afirma que la población general no es consciente del proceso que tiene que pasar una sustancia química para ser aprobada por las agencias centrales de medicamentos. Termina diciendo que este proceso es muy costoso, muy difícil y exhaustivo.