El Kanka o como lo conocen en su intimidad, Juan Gómez, es un cantautor y compositor de origen malagueño que lleva consigo el triunfo en el panorama hispánico desde el comienzo de su carrera en 2007. Es considerado uno de los mejores figurantes de la reciente generación en España y un gran punto de referencia en todo tipo de géneros musicales. Cuenta con cinco trabajos discográficos, el último titulado CanEpé, publicado en 2019. Su siguiente parada será el próximo sábado, 1 de mayo, en el Festival Soplo de Letras, en el Sauzal, donde tendrán lugar dos sesiones a las 12.00 y 18.00 horas.
¿De dónde surgió su interés por la música? «Pues aparece de un modo muy natural. Mis padres veían que poseía cierta afinación, cosa de la que ellos carecían, y me sugerían que estuviese en música pero yo no quería, por lo que agradezco que no insistiesen. Sin embargo, tocaba un pequeño piano que había en casa y posteriormente, me propusieron entrar a una academia de órgano y como era más fácil me apunté. Ese fue mi inicio en cuanto a intérprete, en lo personal comenzó al oír a Extremoduro o a Pedro Guerra, fueron mis dos primeros amores».
¿Cómo definiría a El Kanka? «Es una persona de Málaga, de 38 años, con buen carácter y corazón alegre pero en lo que a música se refiere, es muy arrítmico, con letrillas cotidianas y burlonas, tengo mis momentos. Musicalmente muy ecléctico, pero también cerca de los ritmos sureños, el aire flamenco o rumbero y de los patrones latinoamericanos, eso es de lo que más bebo».
«La magia de la inspiración es coger eso con lo que has conectado, trabajarlo y llegar a algún sitio»
Todas sus canciones tienen un gran trasfondo. ¿En qué se inspira para crearlas y componerlas? «Yo creo que es una cosa muy personal pero sin tanta importancia, es decir, uno se puede inspirar en cualquier cosa. De repente, ves un programa de tele sin profundidad y a lo mejor una tontería que dicen, a ti te resuena a algo o te parece divertido y te conecta con algo que sea cancionable. La magia de la inspiración es coger eso con lo que has conectado, trabajarlo y llegar a algún sitio con eso».
¿Cómo ha sido regresar a los escenarios tras el gran parón? «En 2020 toqué bastante, estuve varios meses sin hacerlo, pero fui de los afortunados que pudo currar. A todos los que nos dedicamos a esto nos gusta el hábito del directo, es gratificante y te enlaza de manera directa con ese lazo de unión. A su vez, fue confuso, el paso del tiempo se nota y no sabía ni enchufar la guitarra».
¿Y el reencuentro junto a la banda? «Me acuerdo del primer concierto que dimos el año pasado con la banda. Lo recuerdo con muchísima emoción y hasta se me quebró la garganta en el tema inicial, me emocioné. Ahora lo vivimos como una práctica excepcional porque no se sabe si se mantendrán».
«Los conciertos de pandemia los guardo para siempre en mi memoria»
La normalidad ya no es la que era. ¿Nota al público distinto en esta nueva gira? «Francamente no puedo hacer otra cosa más que admirar a las personas que vienen. Creo que guarda más mérito, y lo digo en cada uno de los shows que he dado en esta época, que pese a incomodidades quieran disfrutar en vivo. La gente que viene realmente ama esta dinámica, llevan mucho sin ir a un evento de su cantante favorito y en el instante que lo consiguen disfrutan de una experiencia aún más única, entonces es un gentío que está eufórico y agradecido, los conciertos de pandemia los guardo para siempre en mi memoria».
El sencillo de 2013, Lo mal que estoy y lo poco que me quejo, supuso un antes y un después en el indie español. ¿Qué sintió al ver su gran repercusión? «En mis pieles no lo he vivido como una cosa extraordinaria. A día de hoy hay gente que descubre este disco y no me conoce ya que soy un artista underground e independiente. Para mí fue mi primer niño, esa carta de presentación que todo principiante necesita para dedicarse a esto, pero lo mío es más un trabajo constante».
¿Cree que el indie se valora lo suficiente? «Creo que por fin se empieza a valorar. Por desgracia, los medios permanecen tomados por un par de estilos en particular y es muy difícil que se salga de ahí. En este país falta un poco de diversidad a la hora de escuchar música, incluso dentro de los que se adscriben en un movimiento musical, cuando hay una riqueza casi infinita. En todo caso, creo que tiene mucho peso a día de hoy con el auge de las redes sociales, hay muchos más proyectos que deciden remar en la independencia y que hace que haya un ambiente muy interesante».
«El Fin del Mundo surge por una preocupación sobre como tratamos al Planeta»
El Fin del Mundo es una canción que representa la rabia y la preocupación. ¿Fue muy duro el proceso de composición? «Surge, como bien dices, por una preocupación sobre como tratamos al planeta. Todo individuo con dos dedos de frente o inteligente, posee un mínimo de afecto al respecto y eso es algo que rondaba mi cabeza. La idea nace al ver a Carlos Palacio, uno de mis cantautores colombianos favoritos. En esta sesión, todo lo que ocurría era en formato de soneto y me pareció fascinante por lo que quise, con esta inquietud, escribir con este tipo de estructura en honor a mi amigo al que luego invité a cantar ya que fue el culpable de esta ira».
¿Le inspiró el período del confinamiento para trabajar en nuevas composiciones? «La cuarentena no me ayudó especialmente. Al menos dos temas los hice en el encierro y sin este no tendrían lógica. Sabéis quienes sois, la hice tras un mes de extrañar a mis amigos más cercanos y Samba para mi padre, la compuse como una especie de acompañamiento a distancia que, a su vez, tenía que ver con la situación. Al final, es una perspectiva muy distinta que te hace pensar o reflexionar y en ese sentido sí es inspirador».
¿Qué siente al volver a las Islas Canarias? «Mucha alegría, aunque en el momento en el que no era muy conocido ya contaba con un hueco en Las Palmas. De las primeras veces que fui a esta isla fue para asistir a una reunión muy íntima, Cantautores en Vegueta, realizada por Luis Quintana, un compañero canarión. Recuerdo un feeling especial con el pueblo canario. Soy andaluz y creo que hay similitudes, por eso me siento muy cómodo con el humor y con la forma de vivir».
«El talento y el carisma están muy bien pero es más infalible la constancia»
En los diferentes pases del festival coincide con Ida Susal y María Al Revés. ¿Es la primera vez que comparte escenario con artistas del Archipiélago? «Con estos en concreto sí, pero no es la primera vez que comparto escena con artistas canarios, he coincidido con Pedro Guerra, Víctor Lemes, Ari Jiménez, Rubén Rodríguez…»
¿Qué consejos le daría a alguien que quiere iniciarse en este mundo? «El consejo más sabio es no dejarse abatir por las dificultades, intentar mejorar, realizar las cosas con cariño y aprender del oficio. Hay que ser constantes, no rendirse. El talento y el carisma están muy bien pero es más infalible la constancia».