María Dolores Baena, además de ser la decana de la Facultad de Educación y de pertenecer al Departamento de Didáctica e Investigación Educativa, es la investigadora principal del Grupo de Innovación Docente Universitaria (HIPATIA). El nombre de esta agrupación proviene de la primera mujer científica y matemática de la historia, Hipatia, también considerada como uno de los hitos pioneros del feminismo. La elección de esta denominación se debe a que, en un principio, la formación estaba integrada solo por mujeres del ámbito educativo, interesadas en mejorar el desarrollo del profesorado universitario.
La labor principal del conjunto es la creación de un modelo de formación distinto, reflexivo y de indagación a largo plazo. Para ello, parten de las experiencias y problemas reales que se dan en las aulas, y no de una serie de pautas de innovación previamente definidas, todo ello con el fin último de mejorar el aprendizaje del alumnado. «Observar este tipo de progresos es lo mejor que te puede pasar en una investigación así», declaró Baena.
Otro de los objetivos es convertir al profesorado universitario en profesionales de la docencia porque, a diferencia de los educadores de infantil, primaria y secundaria, no tienen una formación inicial en este campo. «Los profesores universitarios tienen que dejar de pensar en ‘yo soy un químico o una filósofa que da clase’ y pasar al esquema de ‘soy un docente'», aseveró.
«Es muy importante que el alumnado no reproduzca el conocimiento, sino que lo produzca»
Baena y su equipo de trabajo comenzaron realizando un estudio de indagación con cuestionarios en los que participaron 160 profesores y profesoras de todas las disciplinas de la Universidad de La Laguna. Llegaron a la conclusión de que la mayoría estaba de acuerdo en que la mejor manera de formarse es mediante la información didáctica pero, sobre todo, compartiendo los problemas del aula con el resto de sus compañeros para lograr soluciones más eficaces.
A partir de ahí, comenzaron a crear grupos de trabajo de continuidad en el que se fueron incorporando nuevas metodologías y nuevas formas de enseñar. «Casi todo el profesorado está de acuerdo en que el alumnado no debe memorizar sin entender y soltarlo en un examen, pero la mayoría no hace nada para cambiarlo» señaló la docente. «Es muy importante que el alumnado reflexione, que no reproduzca el conocimiento sino que lo produzca», añadió.
Al poner en contradicción lo que es mejor para la enseñanza con lo que realmente se practica, llegaron a la conclusión de que tenían que cambiar la forma de impartir las clases para lograr el aprendizaje de los estudiantes. «HIPATIA se encarga de realizar talleres de innovación docente universitaria, pero es después de aquí cuando el docente tiene que trabajar de forma autónoma y desarrollar sus propia innovación», concluyó Baena.