La Universidad de La Laguna y la empresa Canarias Recycling han firmado un protocolo general de colaboración mediante el cual se pretende impulsar el reciclaje de residuos textiles, área de especialización de la empresa firmante. Por parte de la institución académica rubricó el documento su rector, Antonio Martinón, mientras que por la compañía lo hizo su apoderado, Marcelo Jordá.
El acuerdo establece las condiciones básicas de colaboración entre las dos entidades y establece que cada una de las actividades específicas que se plantee deberán formalizarse mediante un convenio específico. El acuerdo tiene una duración inicial de cuatro años y servirá para impulsar proyectos de difusión, formación e investigación relacionados con el fomento del reciclaje de residuos textiles.
Jordá informó que su empresa, radicada en Tenerife desde 2010 y que desde 2014 está integrada en la Red Empresas + Sostenibles del Cabildo de Tenerife, gestiona unos dos millones de kilos de residuos textiles al año, pero es todavía insuficiente: se sabe que de media una persona genera unos 7 kilos anuales y por ahora se están tramitando solamente 1,5 kilos promedio. El resto no es gestionado adecuadamente y se convierte en basura.
Fabricación de trapos o reutilización de botones
Los residuos textiles tiene muchas posibilidades, pues se sabe que adecuadamente tratados, el 95 % puede ser aprovechado de diferentes maneras, como es el caso de la fabricación de trapos para limpieza y la reutilización de botones y de las piezas metálicas de los pantalones vaqueros, entre otros usos.
La ULL puede convertirse en un socio tecnológico para promover investigaciones sobre la mejora de las técnicas de reciclaje en sí, la posible utilización de este reciclaje para uso industrial y agrícola, y el análisis de datos para estimar el potencial de procesado de textiles en diferentes áreas y como posible negocio.
En el acto también estuvieron presentes el vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García, y el director de Responsabilidad Social Universitaria, Francisco Javier Amador, quienes apuntaron la posibilidad de promover campañas para incentivar el reciclaje de este tipo de residuos entre la población universitaria; de hecho, ya existe un contenedor ubicado en la Sección de Bellas Artes y se estudiará la posibilidad de instalar otros en los restantes campus, realizando una campaña promocional complementaria.