Adrián Coello Castilla es un joven gomero que trata de compaginar sus estudios de Grado en Ciencias Ambientales con su pasión por el atletismo. Compite desde el año 2014 con el Club Atletismo Tenerife CajaCanarias, pero sus comienzos se remontan a un año antes, en el Club Atletismo Almogrote de su isla natal, La Gomera. Durante su trayectoria como atleta ha logrado hacerse con medallas a nivel autonómico e incluso pertenecer al grupo de jóvenes que son escogidos para formar parte de la Selección Canaria de Atletismo.
¿Qué tiene el atletismo que otros deportes no? «El atletismo es la base del deporte. Es una disciplina que, a mi parecer, exige un mayor esfuerzo mental y físico, que en otros deportes como el voleibol, el fútbol o el balonmano. Me gusta que al atletismo haya que dedicarle mucho tiempo y sacrificio si se quiere llegar lejos. Es lo que lo hace más grande».
¿Proceder de una isla menor hace que cueste más hacerse un hueco en el panorama deportivo? «Creo que sí, aunque depende de la situación y de otros factores como tu nivel deportivo o tus capacidades físicas y competitivas. Pero sí que cuesta un poco, sobretodo porque te encuentras con dificultades en el camino como pueden ser los traslados de una isla a otra, que es raro que te los financien, salvo que sea un campeonato importante».
«Me cuesta bastante compaginar los estudios con mi vida social y los entrenamientos»
Has logrado muy buenos resultados durante tu carrera como atleta. ¿Qué campeonato y/o medalla recuerdas con más cariño y por qué? «Me quedo con dos. El primer mejor recuerdo lo relaciono con la medalla de bronce del Campeonato de Canarias juvenil en 2013, en Las Palmas de Gran Canaria, porque fue la primera vez que disputaba la prueba de 100 metros lisos y, sorprendentemente, conseguí clasificarme para la final. Esto para mí fue muy importante, a la vez que inesperado. Y el segundo, lo vinculo a la medalla de plata que gané en el Campeonato de Canarias cadete y juvenil en 2014 al aire libre, esta vez en Santa Cruz de Tenerife. Competí en la modalidad en la que más destaco, los 200 metros lisos, y logré mi mejor marca personal hasta el momento, 22.75».
Cursar una carrera universitaria requiere mucho tiempo y dedicación. ¿Cómo afecta esa obligación a tus entrenamientos y a tu vida social? «Perjudica bastante, porque me ocupa mucho tiempo. El atletismo es un deporte al que hay que dedicarle muchas horas de preparación física y entrenamiento: es muy sacrificado. Me cuesta bastante compaginar esos tres elementos de mi vida, sobre todo ahora que he empezado a estudiar en la universidad y a entrenar una media de cinco días a la semana. Aún así, siempre trato de encontrar tiempo para salir con mis amigos o desplazarme a La Gomera para ver a mi familia».
«Soy de esas personas que prefieren marcarse un único objetivo»
¿Qué objetivos y metas persigues? «Aunque ahora mismo no me encuentro en mi mejor momento como atleta, siempre tengo en mi mente el propósito de mejorar y trabajar para poder conseguirlo. Ahora quiero centrar mi prioridad en progresar en mis marcas personales dejando las mínimas. Soy de esas personas que prefieren marcarse un único objetivo».
¿Qué consejo le darías a todos aquellos estudiantes que sueñan con competir en atletismo? «Les recomendaría que traten de ordenar su tiempo para poder disfrutar de todo, tanto del deporte como de la vida universitaria, sus familiares y amigos. También que se cuiden a sí mismos. Este deporte no se basa solo en acudir a los entrenamientos y competir, sino más bien en velar por tu cuerpo para evitar molestias y lesiones, llevar una dieta adecuada o descansar un número de horas pertinentes. Es muy complejo, pero como a todo en esta vida si se le pone ganas se puede. El que la sigue la consigue».