Juancho Marqués llegó anoche a Tenerife en una nueva fecha de su gira Álbum uno, tras pasar por Mallorca. Este es el cuarto trabajo en solitario del artista, que está integrado por trece temas e incluye varias colaboraciones. Faltaba más de una hora para la apertura de puertas y ya habían muchos fans a la espera. El Espacio Cultural Aguere de La Laguna dejó entrar a los asistentes a partir de las 21.00 horas. Sin llegar al sold out, acudió mucha gente, que apoyó al cantante, quien abrió el show poco antes de las 22.00 horas. Como siempre, estuvo acompañado de Dj Kampla y Gabriel Fernández, este último destaca por su capacidad para ejercer de guitarrista, pianista y segunda voz.
Nada más comenzar, el sevillano no dudó en agradecer a sus seguidores canarios las muestras de afecto y cariño recibidas por redes, claves para la vuelta a las islas 4 años más tarde. Ante un público a priori tímido interpretó Quiero marcharme, el primer single de los diez que lanzó en Blue sundays en 2016. Marcado por la alternativa de estilos, pasó a recordar los tiempos en los que formó parte de Suite Soprano y dio pie a un paréntesis de canciones con el estilo rapero del dúo con Sule B. Tras corear letras míticas como Suave, presentó Summer series. Luego, la sala comenzó a vibrar con las tres obras que sacó este mismo verano, primero Santa Mónica, seguida de los featurings con Don Patricio y Recycled J, Benicàssim e Ibiza, respectivamente.
Un pequeño regalo para los tinerfeños
Plataforma fue la canción elegida del disco The blues como regalo. Este tema no había sido tocado hasta ahora en la gira. De esta forma, Marqués quiso mostrarse cercano con las notas del saxofón que le caracteriza. Poco después, se acordó de María José Llergo, de las dos colaboraciones que tienen ambos tocó Quema, la composición con la que vio la luz el álbum.
Sin dejar de pedir el calor de los asistentes, reclamó a los enamorados y cantó Desde el parnaso, uno de sus temas más profundos, el cual no dejó indiferente a nadie. A continuación, el protagonismo se lo llevó uno de sus acompañantes, que se sentó a su lado con la guitarra para deleitar a todos mientras sonaba Paralelo circular. Otro momento cumbre de la noche surgió cuando en la sala sonó a reventar el estribillo de Mira pa´otro lao, que hace poco superó los dos millones de visitas en YouTube.
- En uno de sus discursos mostró su gratitud y respeto a todas las personas que trabajan en el Aguere, incluyendo a técnicos de sonido, producción y visuales. Asimismo, el letrista sorprendió al saludar a Cruz Cafuné, quien se encontraba entre el público. El cantante canario aprovechó para acudir al concierto.
Después de un corto parón, en la recta final le llegó el turno a algunos de sus grandes éxitos. Antes de concluir, Nos vamos a comer el mundo puso el toque de rebeldía y positivismo a la fiesta, que acabó con el instante más sentimental y emocionante con Química. Entre aplausos y gritos el andaluz se despidió, pero antes dio la mano a los admiradores que se acercaron a la primera fila.