Los sentimientos son un vínculo que mantenemos con una persona, animal o cosa. José Arnay Puerta, doctor en Psicología y profesor en el área de Educación de la Universidad de La Laguna, explica la importancia de educar a las personas desde la niñez ya que “hay sensaciones positivas y otras que nos pueden hacer daño”. En el plano de las emociones es donde muchas personas sufren al no reconocer lo que sienten. “Se puede ser muy inteligente en un campo y muy estúpido en otro”, subraya. Esto se vincula con el maltrato, pues según el docente, la educación emocional es el mejor elemento preventivo ante la violencia: “Mi hipótesis de trabajo es que, si lográramos detectar a tiempo lo que puede ser una relación tóxica, las agresiones no tendrían lugar”.
La propuesta de Arnay es la educación desde edades tempranas. Afirma que, desde la etapa infantil se debería prestar atención a los lazos personales entre niños y niñas: “Cuando un maestro detecta que un niño insulta a otro no se trata de reprenderle, sino de establecer un debate en la clase sobre qué consecuencias tiene eso que ha hecho, cómo se siente el otro”. Con esta acción, afirma, «se empezaría a desarrollar la consciencia de que las palabras o las conductas pueden hacer daño a la otra persona». Por ello, el doctor en Psicología plantea trabajar desde edades tempranas y seguir manteniendo esta dinámica en todo el sistema educativo con el fin de sembrar la reflexión.
Desde 1999 La Laguna acoge el programa Universidad para Mayores, del que José Arnay es responsable. Su idea básica es que las personas puedan estudiar en cualquier momento de la vida, con independencia de su edad: “Pueden aprender no solo contenidos de las disciplinas, sino la forma de ver el mundo”. El número de matriculados ha ido ascendiendo a lo largo de los años hasta 280 actuales. Antes lo formaban personas que superaban los 50 años pero, tras el cambio de la denominación a Estudios Universitarios para Adultos y Mayores, la edad ha descendido.
«La gente no sabe sentir y, como no sabe hacerlo, lo hace de cualquier forma. Hay dos formas de sentir: de manera estúpida o de manera inteligente. Con esto hacemos referencia a la inteligencia emocional o, mejor dicho, inteligencia sentimental”, concluye.