Puede sucederte una vez en la vida o cada vez que te acuestas a dormir. Da igual tu sexo, edad o dónde te quedes dormido. La parálisis del sueño es una parasomnia muy frecuente en la sociedad pero muy pocos saben que la tienen. Concretamente, entre el 50 y el 60 % de la población ha padecido en algún momento de su vida la sensación de estar muertos al dormirse o al despertar. Las causas no se conocen con exactitud, aunque parece que siempre está implicado el estrés, con variantes según un mal horario de sueño, el jet-lag, cansancio, etc.
A lo largo de la historia, la parálisis del sueño se ha relacionado con toda clase de fenómenos paranormales, desde posesiones demoníacas hasta viajes astrales. Pese a los eventos terroríficos que puede suscitar, este es un fenómeno recogido en la clasificación internacional de los trastornos del sueño.
«Cuándo me sucedió la primera vez no entendía qué acababa de pasar»
Marta Vega García, estudiante de Logopedia de la Universidad de La Laguna, padece episodios de parálisis del sueño con regularidad. Este fenómeno se produce cuando estás medio dormido y medio despierto. Te das cuenta que no te puedes mover, intentas gritar o levantarte pero no puedes. Suele durar unos segundos y no es perjudicial para ningún órgano humano. Se despierta tu mente y escuchas todo alrededor pero físicamente estás paralizado.
Vega empezó a vivir episodios de parálisis a los 17 años y, actualmente, sigue padeciéndolos: «Ahora ya estoy acostumbrada y lo tengo normalizado pero al principio me sentía muy extraña». «Cuando me sucedió por primera vez me quedé alucinada y no entendía qué acababa de pasar. No sabía si era algo que solo me estaba ocurriendo a mí o que alguien más lo sufría. Esa vez intenté gritar y me puse muy nerviosa», explica cuando le preguntan por su primer episodio de parálisis.
La joven veinteañera asegura que ya lo siente como algo común en su vida y ya no se angustia tanto como lo hacía antes: «Lo que necesito es un momento de tranquilidad para mí y para darme cuenta que lo que estoy pasando se irá enseguida».
Más del 50 % de la población ha experimentado alguna vez en su vida este trastorno
La duración de estos episodios es breve y no implica la paralización de ningún tejido muscular necesario para las funciones vitales. Se trata de un periodo de entre veinte segundos hasta dos minutos. Pasado ese tiempo, la parálisis remite espontáneamente y sin consecuencias. Hablar de un periodo de duración más largo es inhabitual a no ser que esté vinculado a otro trastorno como, por ejemplo, la narcolepsia o el insomnio. La parálisis del sueño es un estado que puede causar confusión y nerviosismo. Además, en algunos casos se pueden dar con alucinaciones o pesadillas.
Esta causado por una disociación entre los mecanismos que provocan la relajación muscular en el sueño de movimientos oculares rápidos y aquellos que mantienen el estado de alerta, por lo que no tiene relación alguna con fenómenos paranormales, fantasmas o mitológicos. Suele ocurrir cuando se interrumpe la quinta etapa del sueño: la fase REM.
El principal método de tratamiento es la adopción de unos hábitos de sueño adecuados, lo cual incluye acostarse y levantarse según un horario lo más regular posible, pasar en la cama el número de horas preciso, evitar las siestas prolongadas durante el día y no acumular cansancio.
