Las candidatas al rectora de la ULL, las catedráticas Rosa Aguilar, Pino Caballero y Gloria Rojas, mantuvieron ayer lunes, 6 de mayo, a las 19.00 horas en la Pirámide de Guajara, un debate a propósito de las elecciones que se celebrarán el próximo lunes 13. Fue organizado por la Alumni (Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de La Laguna). La sala se llenó rápidamente y la cita comenzó con máxima y rigurosa puntualidad. El moderador, el periodista Zenaido Hernández, controló el tiempo de las intervenciones.
El debate y su configuración no dio pie a que se produjera un diálogo real entre las candidatas. No se puede decir que hubiera ganadora. Simplemente, las protagonistas se mantuvieron en el puesto de salida en el que ya se encontraban. Ninguna destacó sobre las demás.
Los universitarios reclamaban respuestas ante lo que va a ser su futuro después del 13 de este mes. Por ello, se enviaron un centenar de preguntas. Las tres pusieron en valor su experiencia y, a pesar de que todas presumieron de sus equipos, Pino Caballero quiso proteger la identidad de la mujer que ocuparía el puesto de gerente por «ser una persona muy importante», lo que Rojas tildó de «falta de respeto».
Fue un debate muy controlado y comedido donde se pusieron sobre la mesa los principales temas que preocupan al ámbito universitario, como el compromiso medioambiental, la igualdad de género, la eliminación de la burocracia, la digitalización y la incorporación de nuevos másters, posgrados y dobles grados que tanto demandan los estudiantes.
Tercera convocatoria
Ante la polémica eliminación de la tercera convocatoria, Rosa Aguilar destacó que estaba en desacuerdo con su supresión porque era perder otra oportunidad y lo que se debía fomentar era «aprender a aprender» y realizar un calendario que, respaldado en estudios, favorezca el éxito estudiantil. En cuanto a Pino Caballero, siguió la línea de su compañera. En cambio, Gloria Rojas se mostró distante ante el tema recurriendo a las bases legales y recordando que se necesitaba más participación en los claustros para que la decisión fuera colectiva.
De manera individual, Gloria Rojas aclaró la independencia de su candidatura ante cualquier gobierno externo, además de su voluntad de «sacarle los colores» a los políticos para que en los presupuestos se vea más representada la Universidad. También resaltó su compromiso con la educación pública.
Pino Caballero, por su parte, destacó el envejecimiento de los profesores, lo que daba pie al relevo generacional de los docentes. Además, garantizó las mejores condiciones para una calidad docente. Por último, Rosa Aguilar apeló a que ella misma era un producto de la Universidad de La Laguna que planteaba una candidatura basada en valores y ética, prometiendo más transparencia e igualdad.