José Barroso, catedrático de Psicobiología en la Universidad de la Laguna, es el principal investigador del Grupo de Estudios Neuropsicológicos de las Islas Canarias (GENIC), que lleva a cabo un proyecto central llamado Neuropsicología del envejecimiento normal y patológico. Recientemente, el Consorcio de Neuropsicología le ha otorgado el premio CNC 2018 en reconocimiento a su trayectoria profesional. La labor de investigación realizada por Barroso ha sido evaluada positivamente en cinco ocasiones o tramos por la Comisión Nacional de Evaluación Científica. Este reconocimiento sirve para valorar sus méritos en la profesión y de paso, incentivar su trabajo en la misma.
¿Cuándo comenzó este proyecto? “Esta línea de investigación empezó en el curso 2003- 2004. En ese momento estábamos interesados en actuar de manera preventiva ante las demencias, detectando lo más temprano posible los síntomas cognitivos y comportamentales. Es decir, los cambios con la edad a nivel de capacidades cognitivas y de comportamiento y de sus correlatos anatómicos cerebrales”.
¿Cómo han llevado a cabo la investigación? «Comenzamos con un estudio longitudinal, recogiendo datos de manera continuada en el tiempo en los últimos 14 años. Desde el inicio hasta la actualidad, han participado unas 600 personas. A lo largo del tiempo lo hemos repetido a una gran parte de los participantes en más de cuatro ocasiones. De este modo, hemos elaborado una base de datos que incluye aspectos sociodemográficos, una evaluación neuropsicológica extensa y una resonancia magnética, con información del estado cerebral estructural y funcional, en reposo. Esta base de datos, Genic Data Base, es de referencia a nivel nacional e internacional para los estudios de Neuropsicología del envejecimiento”.
«Estudiamos los marcadores tempranos de posibles demencias»
¿En qué consiste y cuál es el objetivo? “Estamos investigando los cambios cognitivos y comportamentales desde los 35 hasta los 85 años, y su relación con las estructuras cerebrales. En esta línea, intentamos detectar marcadores cognitivos y neuroanatómicos tempranos de un posible envejecimiento patológico, como por ejemplo la enfermedad de Alzhéimer. En definitiva, el objetivo es saber qué es lo que se pierde con la edad de forma natural a nivel cognitivo y comportamental, algo que, en la actualidad, no está totalmente establecido. A partir de estos resultados, podemos detectar qué cambios no se corresponden con el envejecimiento normal, constituyendo señales de presencia de envejecimiento patológico”.
¿Cuántas personas colaboran en la investigación y que formación tienen? “Este proyecto del envejecimiento cuenta con dos codirectores. El otro codirector es el doctor Daniel Ferreira Padilla, neuropsicólogo, antiguo estudiante de la ULL y actualmente personal investigador del Instituto Karolinska, situado en Estocolmo, Suecia. De esta universidad también participan dos investigadores más, así como otra doctora de la ULL con estancia postdoctorado en dicho centro mediante una beca “Manuel Morales”. Otra componente médica del equipo es docente de la Universidad Fernando Pessoa de Gran Canaria».
¿Y en la ULL? «Contamos con un doctor experto en metodología, con una becaria de Forrmación de Profesorado Universitario y otra de Formación de Personal de Investigador, así como con siete miembros más del conjunto, en distintos momentos de la fase de tesis doctoral. También, participan dos neurólogos, uno de cada hospital universitario de la Isla, y un neuroradiólogo del Hospital Universitario de Canarias. Por otra parte, junto a esta iniciativa, desarrollamos otra línea de investigación centrada en el deterioro cognitivo de diversas patologías cerebro-vasculares, que codirijo con el doctor Iván Galtier Hernández, profesor también de la institución, en la que contamos con otra colaboradora en fase de doctorado y otros médicos especialistas en el tema».
¿De dónde se obtiene la financiación para llevarlo a cabo? “En los inicios la conseguíamos mediante proyectos nacionales y autonómicos, pero hemos tenido muchas dificultades para renovar estas ayudas. Actualmente, recibimos subvención a través de becas a FPU a nivel estatal, y de ayudas FPI, tanto a nivel nacional como autonómico. También, recibimos el apoyo de Grupos Consolidados de la ULL. Paralelamente, por medio de un convenido del Instituto Karolinska obtenemos ayuda para el procesamiento de imágenes cerebrales mediante resonancia magnética. Tenemos, además, facilidades para intercambio de colaboradores mediante un convenido Erasmus Plus. Por otro lado, desarrollamos actividades como talleres de estimulación cognitiva mediante proyectos de la Fundación CajaCanarias que permite obtener financiación para la investigación”.
«Colaboramos con proyectos de investigación a nivel internacional»
¿Qué ha supuesto la colaboración directa con el Instituto de Karolinska? “Ha sido determinante, principalmente para el acceso a nuevos recursos, tanto humanos como metodológicos y tecnológicos. Por ejemplo, para el procesamiento de imágenes estructurales y funcionales de los cerebros de la base de datos. Sus técnicas y software nos permite acceder a un sistema mucho más actualizado, complejo y rápido de análisis de imágenes. Además, la colaboración con el doctor Eric Westman nos ha permitido el acceso a nuevos modelos matemáticos multivariados para los análisis de datos que son innovadores y que permiten contemplar los resultados desde nuevos enfoques”.
¿Cómo llevan la coordinación de la investigación? “Ferreira y yo nos reunimos todas las semanas por videoconferencia y organizamos el trabajo semanal. Estas actividades incluyen la continuidad de recogida de información para ampliar y actualizar la base de datos, analizar los resultados de los proyectos específicos de tesis y la redacción de artículos científicos para la publicación de estos trabajos».
¿Organizan algún evento? Anualmente celebramos una reunión que denominamos meeting ULL- KI. En estos encuentros, se presentan los resultados obtenidos, se discuten los avances y se aprueban las iniciaitvas del año siguiente. Este año hemos tenido la quinta edición. En el evento se ofrecieron conferencias de divulgación a miembros de la comunidad científica de la ULL. Por el momento, todos han sido financiados por el Instituto Karolinska”.
¿Qué le llevó a estudiar Psicología? “En principio, fueron razones humanitarias, el hecho de poder ayudar a los demás a resolver sus problemas. Cuando empecé no tenía ni idea de dónde me había metido y que debía hacer para ayudar a las personas. Actualmente, llevo 40 años dedicándome a la docencia e investigación y sigo pensando que ayudar me hace feliz. Soy psicólogo porque es muy satisfactorio ayudar a los demás, pero ahora creo que lo hago de manera más cualificada y cada día intento hacerlo mejor. Para mí es muy importante y gratificante hacer mis actividades en equipo, porque el trabajo colaborativo ha sido y sigue siendo fundamental en mi trayectoria personal y profesional”.