Emilio Sanz es catedrático desde 2007 y médico vinculado al Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Universitario de Canarias desde 2012. Foto: PULL

Amor, erotismo y sexualidad: los tres pilares claves de una relación

Ciencias Sociales y Jurídicas

La revolución sexual, en la cual la sociedad actual se encuentra inmersa, se presentó como tema de reflexión en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife ayer martes, 27 de febrero, de la mano de Emilio Sanz, catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina, director del Máster de Bioética y Bioderecho de la Universidad de La Laguna y diplomado en estudios avanzados en Antropología. Fue el decano de esta área desde 2008 hasta 2014, y ha participado y dirigido más de 30 proyectos de investigación nacionales e internacionales.

En su ponencia titulada Juventud, valores y siglo XXI abordó los cambios sufridos en la madurez biológica y social, sobre todo, de las mujeres desde el comienzo de la humanidad hasta hoy en día. Sanz reflejó la evolución en la estructura de la sociedad que ha pasado de tener una madurez personal y social a una edad temprana, en torno a los 16 años, a alcanzarla a los 25 o 30 años en estos ámbitos.

«La edad de la primípara ha subido una barbaridad»


Esto ha generado un retraso en la procreación, debido a la liberación sexual y al desarrollo cultural y profesional de la mujer, por lo que “la edad de la primípara sube una barbaridad”, afirmó el conferenciante. La consecuencia de esto, según Sanz, es que “la relación inseparable que existía entre madurez personal y sexualidad se rompe y ahora es separable”.

Emilio Sanz durante la ponencia. Foto: Noelia Guerra

Como segundo punto, el ponente abordó la sexualidad desde un punto de vista fisiológico y tuvo en cuenta las tres funciones primordiales: respiración, nutrición y reproducción, con las que analizó diferentes aspectos como la necesidad, el placer y la relación interpersonal. “El placer en la nutrición es muy importante, igual que lo es la relación. La comida es la actividad social en la que más se basa la amistad; preferimos comer acompañados”, aclaró.

Sin embargo, en lo que respecta a la relación personal dentro de la función de reproducción, esta no queda clara. Sanz se apoyó en el libro La llama doble de Octavio Paz mediante el cual dio explicación a esta incógnita.

«Muchas veces buscamos el placer y no nos interesamos en conocer a la persona»


El objetivo del conferenciante es hacerle ver a un adolescente que hay niveles superiores al sexual, donde “se puede combinar amor y sexo. El joven tiene que evaluar cuánto de relación interpersonal pone en su relación porque, muchas veces, buscamos el placer y no nos interesamos en conocer a la persona. Solo nos centramos en el físico, por lo que nos convertimos en egoístas”, sentenció el catedrático.

Las dos alternativas que están por encima del nivel básico son el erotismo sumado a la sexualidad-genitalidad, que se basa en el enamoramiento afectivo, “me quedo con quien mejor me siento. Podemos decir que hay una gran comunicación entre la pareja y una negociación en la conjunción de intereses propios”, subrayó.

Finalmente, el último escalón es el formado por el amor, erotismo y la sexualidad-genitalidad. Este refleja una unión personal mayor que los anteriores. “Se puede decir que hay amor mutuo con relaciones interpersonales profundas. Además, me importan más los intereses de mi pareja que los míos propios”, añadió el ponente.

“Por tanto, de esto se deduce que no se puede dar amor sin erotismo, ni este, sin sexualidad. Se pueden entender estos tres niveles como una representación musical: pues, pudiendo tener lo bueno como, por ejemplo, la sinfónica de Berlín, me conformo con ir silbando esta sinfonía por el pasillo de mi casa”, concluyó.

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