La catedrática de Psicología en la Universidad de La Laguna Adelia de Miguel (Soria, 1962) se define católica, madre de una hija excepcional y defensora de la vida desde su concepción hasta la muerte natural, y no feminista. Aterrizó, recién cumplidos los 18 años, en el aeropuerto Tenerife Sur en 1980 para poder cumplir su meta primordial, que era empezar la carrera de Psicología en la Isla.
De Miguel asegura que a lo largo de estos casi 33 cursos académicos han cambiado muchas cosas, desde la ubicación de los despachos y las aulas hasta la denominación de la Facultad, pasando por la implantación de varios planes de estudios hasta este último vigente denominado Plan Bolonia. «En 1992, pasamos desde el Campus Central al Campus de Guajara ya como Facultad de Psicología, siendo rectora María Luisa Tejedor. Nos integramos en la nueva Facultad de Ciencias de la Salud en 2015 y nos convertimos en la Facultad de Psicología y Logopedia en 2019», explica la profesora. No obstante, reconoce que de todos estos cambios al que más le ha costado adaptarse es a la instauración de diferentes planes de estudio.
Además, compagina su actividad docente a tiempo completo con su afán de investigación y búsqueda. Parte de los pilares fundamentales en su tarea como investigadora están relacionados directamente con la Psicología Clínica. «Cuando estudiaba la carrera había cuatro líneas de trabajo generales: clínica, educativa, social y metodológica. La que más me interesaba era la rama clínica, motivada por el deseo de ayudar a los adultos que sufrían depresión», comenta. Asimismo, recuerda que le sirvió de gran ayuda recibir una beca avalada por su mentor, el catedrático de Psicología de la Personalidad, Vicente Pelechano.
Al acabar la carrera formó parte de un proyecto de Vicente Palechano para investigar sobre las habilidades cognitivas de resolución de problemas interpersonales a lo largo de todo el ciclo vital. Por ello, su tesis de licenciatura se centró en el diseño de pruebas para evaluar dichas habilidades en ancianos, lo que dio pie a que en el futuro le encargasen trabajos de investigación para este grupo de edad.
«La orientación sexual es un importante factor a tener en cuenta en el estudio del funcionamiento psicológico»
La profesora forma parte de un grupo de investigación dentro de la ULL sobre personalidad, identidad de género y orientación afectivo-sexual junto con Mónica Carballeira, Ascensión Ángeles Fumero y Rosario Josefa Marrero. Se centra en el estudio de diferentes rasgos de personalidad como codeterminantes del bienestar psicológico, la sintomatología clínica, la autoaceptación o autonegación de la orientación sexual, el conflicto de rol de género y la identidad sociosexual presentados por personas heterosexuales, homosexuales y bisexuales. «Hemos obtenido valiosos resultados a la hora de diseñar y realizar intervenciones psicológicas, cuyo objetivo es fomentar el bienestar asociado a cada una de esas tres orientaciones sexuales», señala. Con esos resultados diseñan intervenciones particulares para cada persona en función del motivo que les lleva a la consulta, el objetivo que se quiere lograr y la orientación teórica del terapeuta. Las intervenciones que realizan para su investigación tienen como objetivo solucionar aspectos cotidianos como problemas en el trabajo, problemas de pareja, problemas académicos, duelos no superados y adicciones en jóvenes y adultos. Además, explica que son evidentes las diferencias de bienestar psicológico que se dan entre los tres grupos de orientación sexual y que son relevantes para entender el bienestar y los posibles problemas psicológicos que presentan. »La orientación sexual es relevante para entender ciertos problemas psicológicos».
La construcción de la identidad de género, es decir, la identidad que recoge los imperativos sobre el ser hombre o mujer, es un proceso complejo que involucra factores biológicos, sociales, culturales y psicológicos. La sexualidad, desde un punto de vista psicológico, afirma Adelia de Miguel, se entiende como un elemento de la cultura susceptiblemente ligado a la personalidad, «no solamente en sus aspectos reproductivos y placenteros, sino en la identidad de género como autoconciencia del sujeto».
Por último, como proyecto futuro, baraja emprender un estudio sobre la relevancia de la espiritualidad y la religiosidad en el funcionamiento psicológico cotidiano y en cómo los sucesos vitales estresantes.